sábado, 18 de febrero de 2012

SEXO DURO

¿Sexo duro? ¿Eso es lo que es el BDSM? Y donde queda entonces el juego, la seducción, el fetichismo, la sumisión, la dominación, la entrega, la protección, el protocolo …. BDSM no es sólo dar cuatro azotes antes de follarte a cuatro patas como una perra. BDSM no es sólo atarte para poder metértela mejor por el culo. BDSM no es sólo sexo, y mucho menos duro. Hacer un bondage puede ser una muestra de amor infinita, que puede llevar al sumiso (o sumisa) a un éxtasis de felicidad. Los azotes, pueden ser recibidos con la entrega y la sumisión de quien hace una ofrenda, con todo el amor y toda la ternura del mundo. Una lluvia dorada, puede ser recibida con la alegría de quien recibe el regalo más preciado de su Amo y Señor. Nadie como quien se ha entregado, para conocer el placer de la entrega. Nadie como quien ha dominado, para conocer el placer de la dominación. Quien piense que solo es cuero y sexo duro, conoce muy poco de dominación y sumisión. Ese mundo mágico, maravilloso y secreto, donde sólo unos cuantos elegidos pueden disfrutar de la más hermosa y dulce entrega.

lunes, 13 de febrero de 2012

PIEL MARCADA


El recuerdo de la piel desnuda de tu culo, surcada por leves marcas rojas producto de mis azotes, han conseguido excitarme. Ya ves, me gusta azotarte. Me gusta atarte y tenerte a mi merced, amordazado, humillado y rendido. Me gustan tus gemidos cuando te pellizco los pezones, cuando te castigo con el cinturón, cuando te golpeo levemente el pene, y no sabes si todo quedará en eso, o habrá más dolor. No puedes saberlo, no puedes controlarlo, eres mío, me perteneces y tu cuerpo se rinde a mis caprichos.
Me excita esa sensación, y quiero que cuelgues en tu blog las fotos de tus marcas del último día. Quiero verlas. Quiero deleitarme en tu entrega. Porque es tu entrega lo que nos produce mutua satisfacción. Ya no vale con atarte a ti mismo: necesitas mi dominación para sentirte realmente sumiso, para excitarte, para complacer tus fantasías. Eres mío, me perteneces, eres mi esclavo y voy a marcarte como tal. Nada será lo mismo mi querido gos. Ya no eres un perro vagabundo, solitario y sin dueño: ahora eres un perro fiel a los pies de tu Ama.

lunes, 6 de febrero de 2012

EXTRAÑO ENCUENTRO

Mimí me ha deleitado con un pase de modelos: braguitas, tangas, sujetadores, corsés, vestidos y medias han desfilado para mí en un alarde de feminidad. No me importa que se vista de mujer, e incluso algunos de sus modelos han llegado a producirme cierto morbo (su corsé rosa es una monada y con el vestido de criada victoriana está genial), pero prefiero un sumiso a una sumisa. Con Mimí me siento más como una amiga con quien compartir confidencias, hablar sobre vestidos, maquillarla o cotillear. Pero para dominarlo prefiero a gos-gat. Es de él de quien quiero obediencia y veneración, de quien exijo respeto incondicional, de quien espero la entrega de un sumiso. Mimí no se entrega, solo juega a entregarse, y gos-gat se diluye en la personalidad de Mimí, absorto por el placer que le produce ser una mujer. El de este domingo ha sido un encuentro extraño, y me siento como si hubiera estado con ella, pero no con él. ¿Cuándo es gos-gat? ¿Cuándo es Mimi? ¿Cómo tratarlos a los dos? ¿Quiero un sumiso o una sumisa? Tendré que meditar largamente sobre todo ello.

jueves, 2 de febrero de 2012

CASTIGANDO A MIMI


Ni yo misma me creo lo mucho que estoy creciendo como dominante. No sé si tendrá algo que ver que haya sido antes sumisa, pero castigo a Mimí con el sadismo de quien sabe perfectamente lo que no le va a gustar. No se trata de castigarle con un “premio”: unos azotitos que le vuelven loco de placer; unas cuerdas que lo inmovilizan, una penetración anal …. Noooooo. Eso queda para los momentos de juego, para buscar en su humillación mi deleite ( y el suyo). Pero cuando quiero castigarle de verdad, no hay nada como ponerlo de cada a la pared subido a unos tacones. Y esta vez, querida/o Mimí tendré que castigarte severamente, porque sabes que no puedes tutearme, y lo has hecho ….. Así que la próxima vez que nos veamos, te ataré, azotaré, humillaré y penetraré, como la puta marrana que eres …. Pero primero te voy a tener de cara a la pared 20 minutos, con los brazos en cruz, para que reflexiones sobre tu sumisión y sobre la obediencia y el respeto que me debes. Aún tienes mucho que aprender.