lunes, 17 de mayo de 2010

MI SEÑOR


Lo reconozco, no es el mejor dominante del mundo. Es inexperto, torpe e inseguro. Ni siquiera tiene muy claro que sea dominante. Está lleno de dudas y de miedos, pero tiene una cosa totalmente clara: quiere ser mi Señor, quiere estar a mi lado, cuidarme, protegerme, no soltar mi mano ni un instante y no dejar que nada ni nadie me haga daño. Puedo leerlo en sus ojos, en sus labios, en sus caricias, en el tono de su voz …

Deseaba un amo que no descartase el amor en una relación BDSM. Alguien libre y sin compromisos, para poder plantear una futura vida en pareja, que deseara y ofreciera exclusividad, alguien culto, educado, cariñoso y con sentido del humor; alguien que quisiera avanzar en la relación como Amo/sumisa y como personas.

No, Él no es el mejor dominante del mundo, pero sí es el mejor para mí: MI SEÑOR.

Hoy cierro los ojos y salto al vacío de la entrega total: mi cuerpo y mi alma le pertenecen y mi felicidad será la suya. Deseadme suerte porque a partir de ahora soy lola d’O.